
Los tiempos cambian que es una barbaridad, reza la letra de una popular zarzuela. Sin embargo, la Iglesia cree que los avances de la moda no tienen por qué interferir en «las normas morales de la doctrina católica».
Ésa es al menos la opinión de José Miguel Pérez, párroco titular de la parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso de Carrizal, quien protagonizó el sábado una tensa situación al comienzo de una ceremonia religiosa. Tanto la madrina como la novia eligieron para el enlace sendos modelos con escote palabra de honor, es decir, con los hombros al descubierto. Cuando el sacerdote la vio aparecer asegura que no pudo reprimir acercarse para aconsejarle que «se echara algo sobre los hombros», contaba ayer el párroco, quien dijo que, ante la negativa de la señora «me vi obligado a pedirle públicamente que no subiera al altar».
Así, la madrina y el padrino (el padre del novio), presenciaron la ceremonia junto a los demás invitados. La versión de la familia del novio es bien distinta. La madrina y el novio dicen que se sienten avergonzados «por la forma grosera de dirigirse a nosotros», pero que «preferimos no montar un espectáculo para no arruinar la boda». A la madrina le sorprende la «doble moral del que este hecho es sólo un ejemplo».
En Telde, las reglas por escrito
Los novios de Carrizal aseguran que no se les dieron normas de vestuario, aunque el párroco dice lo contrario. Otras parroquias, como la basílica de San Juan, en Telde, sí hacen indicaciones explícitas sobre el tamaño de escotes de novias e invitadas en una hojilla que se entrega a los contrayentes.
2 comentarios:
Plas, plas, plas (aplausos) para la señora madrina!!
Las cero ganas que tenía de casarme por la iglesia, se han quedado en negativo...
Un saludo!
Bien por el párroco si la madrina no está de acuerdo con la doctrina católica que no vaya a la iglesia o que se quede atrás
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