
El rostro del pétreo buda, de 71 metros de altura y erigido en el siglo VIII, está surcado por negros chorretones y una de sus orejas está a punto de desprenderse a causa de la lluvia ácida, los microbios alimentados por la alta humedad y el desgaste del tiempo, dijeron expertos citados por a la agencia Xinhua.
No es la primera vez que la gigantesca estatua, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, se enfrenta a las agresiones de la lluvia ácida, y en el año 2001 se puso en marcha un proyecto de unos 20 millones de dólares para limpiarla.
La conservación del buda gigante debería ser un proyecto duradero, y creo que este tipo de grandes proyectos de mantenimiento deberían llevarse a cabo cada cinco años, dijo Peng Xueyi, director del Instituto de Reliquias Culturales de Leshan.
Pero además, dijo, es fundamental una «reforma general» del entorno ecológico de la zona y una gestión más racional de la avalancha de turistas.
En el 2006, sin ir más lejos, Leshan recibió 2,81 millones de turistas, un 15% más que en el año anterior, de acuerdo con datos de la agencia estatal, Xinhua.
Vía: La voz de Galicia
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